El toque decorativo de las lámparas

Por ello, a la hora de elegir qué tipo de iluminación queremos para nuestra casa, nos encontramos una gran variedad donde escoger. Desde lámparas de techo, apliques de pared o lámparas de pie, pasando por la lámpara de mesa. Es cierto que cada uno de estos tipos de lámpara tiene su espacio adecuado, pero la decoración personal nos va a permitir jugar con los diferentes entornos, logrando que nuestro espacio sea único.

Estilo y personalidad: la influencia del norte

Además de las diferentes categorías de lámparas, nos encontramos una amplia gama de estilos y colores que nos asegura que, entre todas, hallaremos aquella que más se acople a nuestra personalidad. Entre los diferentes estilos de lámparas que existen, las lámparas de estilo nórdico son unas de las que más se adquieren en los últimos tiempos. Se trata de lámparas normalmente minimalistas, nada ostentosas ni sobrecargadas, que generalmente se producen con madera y en colores claros, lo que ayuda a que nuestro hogar parezca más acogedor.

Apta para cada tipo de interior

Esta categoría de lámparas es perfecta para casi cualquier tipo de habitación, independientemente del estilo de decoración escogido, puesto que combina a la perfección con todo tipo de muebles. A pesar de ser tan versátil, es cierto que su diseño es idóneo para ambientes claros, donde predominan los colores blancos y las tonalidades claras de madera. Por supuesto, la encontramos en todas las vertientes de lámparas posibles: lámparas de pie, de pared o lámparas de techo estilo nórdico. Estas piezas aportan naturalidad y neutralidad al ambiente, por ello son perfectamente combinables con otros estilos de decoración, y así, pueden convivir armoniosamente en un mismo espacio estas lámparas blancas con lámparas árabes, que aportan un carácter más étnico y colorido, dando así distintos matices a un mismo entorno.

Muchas posibilidades

Este estilo, típico de los países del norte de Europa como Noruega, Finlandia, Dinamarca o Suecia, es uno de los más demandados hoy día gracias a su capacidad de mimetizarse con el entorno. Así, encontramos diseños más modernos, que siguen las líneas marcadas por el estilo, aunque también existen modelos de lámparas vintage que se adaptan al estilo nórdico, manteniendo colores puros, materiales básicos y figuras geométricas simples. Con esto, el abanico de oferta de lámparas de este estilo es amplísimo.

Lámparas de pared: máxima expresión en mínimo espacio

Las lámparas de pared son ideales para espacios pequeños, ya que no ocupan mucho sitio, pero son capaces de dar mucha luz. Se pueden colocar en cualquier estancia de la casa, desde el pasillo hasta el salón, aportando un toque especial a cada una de ellas. Existen multitud de modelos de este tipo de lámparas, si bien es cierto que apostar por uno sencillo nos servirá para poder colocarlo en cualquier tipo de ambiente que creemos. Para lugares rurales, las lámparas rusticas típicas del estilo nórdico, son perfectas. Suelen ser lámparas de madera que aportan calidez y luminosidad, sin perder en diseño ni elegancia.

Madera, vidrio y alambre

Las lámparas de aplique de pared que mantienen el diseño norteño al que nos referimos, se adaptan al entorno aportando diafanidad y claridad y haciendo que el ambiente sea más agradable. Dentro del estilo nórdico no sólo encontramos madera, también muchos otros elementos como cristal o alambre, pero es cierto que siempre manteniendo un toque natural y fresco, que nos traslada una sensación de paz y tranquilidad. Para elegir la lámpara que mejor se adapte a nuestras necesidades, lo mejor es dejarse asesorar por los expertos, que, dentro de un amplio catálogo de productos, nos ayudarán a tomar la decisión más acertada para nuestro hogar.