¿Qué significa: foco empotrables?
Podemos decir que un foco empotrable es, fundamentalmente, una lámpara pequeña que ha sido diseñada para colocarse dentro del techo. De hecho, la única parte que queda visible es la propia luz. El resto de la estructura permanece oculta detrás del pladur o la escayola, que son los dos principales materiales en los que suelen colocarse. Esta característica tan especial es que la determina los aspectos a considerar antes de elegir un foco empotrable para iluminación de techo u otro. En este sentido, resulta de vital importancia tener en cuenta su diseño, el ángulo de luz que proporciona y su flujo luminoso. Este último aspecto se mide en lúmenes y marca la intensidad de la lámpara. También debe considerarse la colocación de plafones para su instalación.
¿Qué ventajas tienen?
Si decides apostar por este tipo de focos podrás disfrutar de una serie de ventajas muy interesantes respecto a la iluminación de tu hogar o local comercial. En primer lugar, hay que decir que son discretos y pequeños y que, por ello, quedan geniales en todo tipo de estilos decorativos. También has de tener en cuenta que su altura no es una molestia ya que quedan prácticamente a ras de techo. Tampoco ocupan casi espacio, por lo que son ideales para techos bajos. Además, pueden colocarse todos los que se deseen con el propósito de iluminar una estancia sin importar lo grande que sea. Esto además permite equilibrarla y que sea uniforme en todas sus partes. Por último, hay muchos modelos de focos empotrables cuya dirección se puede orientar. De este modo, tú mismo elegirás qué punto deseas iluminar aunque no lo hayas colocado justo encima del objeto.
Tipos de focos empotrables según su lámpara
Una cuestión importante a la hora de elegir focos empotrables es la lámpara que incluyen. Por lo general, estos son los tipos más habituales: 1. Focos empotrables halógenos: son lámparas incandescentes que ofrecen mejor rendimiento en términos de luminosidad que las tradicionales. Además, su consumo es menor. Están disponible con luz blanca y amarilla y se pueden regular sin problema. Quedan especialmente bien en pasillos, recibidores y salones. Tampoco están de más en la cocina, aunque hay alternativas mejores. 2. Focos empotrables de bajo consumo: disponen de lámparas cuyo objetivo es favorecer el ahorro energético. Ofrecen iluminación de alta intensidad requiriendo menos potencia que las halógenas, si bien es cierto que necesitan un poco de tiempo para alcanzar su pico máximo de intensidad. Su vida útil es bastante larga. No son habituales los modelos de luz cálida. Se recomiendan para la cocina, los despachos y los cuartos de baño. 3. Focos empotrables LED: estas lámparas ofrecen las ventajas de los dos tipos anteriores sin sufrir sus inconvenientes. Sin embargo, son más caras. Su rendimiento es realmente alto ya que, para que te hagas una idea, los Focos LED de 9 W rinden igual que los de 60 W incandescentes. Esto supone un ahorro de energía del 80 %. Alcanzan su máximo de intensidad instantáneamente y están disponibles en luz blanca, cálida, neutra, etc. Su vida útil puede llegar a ser de 50 000 horas. Son perfectas para cualquier lugar.
Orientación de la luz
Lo último que debes tener en cuenta a la hora de elegir un foco empotrable u otro es su ángulo de iluminación. Y es que, cuanto más cerrado sea, más podrás alumbrar un punto determinado. En cambio, si es muy abierto, perderás intensidad pero abarcarás más espacio. Ya solo te queda analizar tus necesidades y tu presupuesto y elegir en consecuencia la opción ideal para iluminar tus espacios.